El parto en el agua es una opción cada vez más popular entre las mujeres embarazadas. Aunque en un principio pueda parecer algo extraño, lo cierto es que esta forma de dar a luz tiene muchos beneficios tanto para la madre como para el bebé. Por supuesto, también es importante conocer los posibles riesgos para tomar una decisión informada.
En este artículo vamos a hablar de todo lo relacionado con el parto en el agua: desde sus beneficios hasta los cuidados que se deben tener en cuenta. ¡Sigue leyendo para descubrirlo todo!
¿Qué es el parto en el agua?
El parto en el agua es una forma de dar a luz en la que la mujer se encuentra dentro de una piscina o una bañera. Este método se ha hecho popular en los últimos años porque ofrece una forma más natural y menos invasiva de dar a luz.
Durante el parto en el agua, la mujer se encuentra dentro del agua caliente y se apoya en el borde de la piscina o en una tabla de flotación. Los médicos o parteras que están presentes en el parto se aseguran de que el agua esté a una temperatura adecuada y controlan de cerca el bienestar de la madre y el bebé.
Beneficios del parto en el agua
El parto en el agua tiene muchos beneficios tanto para la madre como para el bebé. Algunos de ellos son:
- Reducción del dolor: El agua caliente ayuda a relajar los músculos y reduce el dolor durante el parto.
- Mejora del flujo sanguíneo: El agua caliente ayuda a mejorar el flujo sanguíneo, lo que puede reducir el tiempo de trabajo de parto.
- Reducción de la presión arterial: El agua caliente reduce la presión arterial y mejora la circulación sanguínea de la madre y del bebé.
- Reducción del estrés: El parto en el agua puede reducir el estrés y la ansiedad de la madre gracias a la sensación de flotación.
- Mayor comodidad: Durante el parto en el agua, la mujer puede moverse más libremente y encontrar la posición que le resulte más cómoda.
- Reducción del riesgo de desgarros: Al estar dentro del agua, los tejidos de la madre se mantienen más hidratados, lo que reduce el riesgo de desgarros durante el parto.
Riesgos del parto en el agua
Aunque el parto en el agua tiene muchos beneficios, es importante tener en cuenta que también existen riesgos asociados a esta práctica. Algunos de ellos son:
- Infecciones: El agua de la piscina o de la bañera puede estar contaminada con bacterias, lo que aumenta el riesgo de infecciones tanto para la madre como para el bebé.
- Dificultad para controlar el sangrado: Al estar dentro del agua, es más difícil controlar el sangrado y detectar cualquier problema que pueda surgir durante el parto.
- Ahogamiento del bebé: Aunque es poco común, existe el riesgo de que el bebé trague agua durante el parto en el agua, lo que puede causar ahogamiento.
- Fiebre: La temperatura del agua debe ser adecuada y controlada de cerca, ya que si es demasiado alta, puede provocar fiebre en la madre y el bebé.
Cómo prepararse para el parto en el agua
Si decides dar a luz en el agua, es importante que te prepares adecuadamente para ello. Algunas de las cosas que debes tener en cuenta son:
- Elegir un lugar adecuado: Es importante elegir un lugar que tenga experiencia en el parto en el agua y cuente con personal capacitado para ello.
- Asegurarse de que el agua esté limpia y caliente: La temperatura del agua debe estar entre los 36 y los 37 grados Celsius para que la madre y el bebé se sientan cómodos. Además, la piscina o la bañera deben estar limpias y desinfectadas.
- Informar al personal médico de cualquier afección médica: Si la madre padece alguna afección médica, es importante informar al personal médico antes del parto. En algunos casos, el parto en el agua puede ser contraindicado.
- Elegir un acompañante: Es importante que la madre tenga un acompañante durante el parto en el agua, ya que esto puede reducir el estrés y la ansiedad.
Cuidados después del parto en el agua
Después del parto en el agua, tanto la madre como el bebé necesitan ciertos cuidados. Algunos de ellos son:
- Mantener al bebé caliente: Después de salir del agua, es importante mantener al bebé caliente y seco para evitar la hipotermia.
- Controlar el sangrado: Después del parto, se debe controlar el sangrado de la madre y detectar cualquier problema que pueda surgir.
- Vigilar la aparición de fiebre: Después del parto en el agua, es importante vigilar la aparición de fiebre tanto en la madre como en el bebé.
Conclusión
El parto en el agua es una opción cada vez más popular entre las mujeres embarazadas. Ofrece varios beneficios como la reducción del dolor y la presión arterial, y mayor comodidad. Sin embargo, también existen algunos riesgos asociados, como la posibilidad de infecciones y dificultades para controlar el sangrado. Si decides dar a luz en el agua, es importante que te prepares adecuadamente y que cuentes con un lugar seguro y personal capacitado para ello.